A mi me parece que cocinar es como hacer experimentos comestibles, a veces funcionan, a veces no. Los que funcionan van al blog, los otros a reciclaje, o en los casos más extremos, directo a la basura. Y que rico es llegar, después de un largo día de trabajo a una casa con aroma a queque, roast beaf o galletas recién hechas, eso es calor de hogar. Y qué bien lo pasan los niños "cocinando" con la mamá y preguntando cuando pueden probar.
Este es un postre bueno, bonito y barato, además de fácil y sin gluten, sólo le falta tener efecto adelgazante para ser perfecto. De sabor suave que recuerda un poco al arroz con leche, qué lindo un postre que te recuerda la infancia, viajar en el tiempo con un plato. La salsa, sugerida por mi editora, le da un tremendo toque.
PD: yo no usé canela porque uno de mis comensales no puede comerla, pero estoy segura que le vendría muy bien una pizca.
Receta:
1 taza de Polenta
1 litro de leche o sustitutos: leche de arroz, almendra, jugo de manzana u otro
3/4 taza de azúcar
1 clavo de olor
Pizca de jengibre
Pizca de nuez moscada
Vainilla
Canela
Para la salsa:
Media taza de frutillas
Media taza de azúcar flor
Para decorar:
Unas frutillas y hojas de menta
Caliente la "leche" en una olla junto con los condimentos y el azúcar.
Agregue la Polenta en forma de lluvia.
Revuelva hasta que espese tanto que al revolver se vea el fondo de la olla.
Humedezca un molde con agua y agregue la polenta.
Desmolde cuando esté totalmente frío. No necesita engrasar el molde ni separar la Polenta con cuchillo, se desmolda muy fácilmente.
Para la salsa ponga el azúcar flor y las frutillas en una procesadora de alimentos hasta que esté todo molido y vierta sobre la polenta.
Decore con frutillas y hojas de menta.
Thank you for a great recipe.
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