Polvo de hornear casero o levadura química en algunos países.
Para queques y otros horneados funciona perfecto, yo lo hice para mi alérgica al maíz. Dicho sea de paso, casi todo tiene maíz, la leche (que normalmente es reconstituida), polvo de hornear, yogur y un largo etcétera. El yogur opté por hacerlo a la antigua: de kefir, mucho más sano, me gustó que al ser de fermentación lactoalcohólica degrada la caseína, haciéndolo más digerible.
Cuesta un poco encontrar los ingredientes, normalmente en tiendas especializadas de insumos de cocina. Dura varios meses en frasco cerrado.
Ingredientes.
75 gramos de chuño
80 gramos de bicarbonato
50 gramos de cremor tártaro
50 gramos de ácido tartárico
Mezcle y guarde en un frasco o tarro cerrado lejos de la humedad.
Tiende a endurecerse con el tiempo, pero puede procesarlo en thermomix, juguera o simplemente desmenuzarlo con la mano para que no le quede el pelotón en la masa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario