Me encantan los falafel, son súper versátiles. A veces los preparo como hamburguesa para sándwich, croqueta como plato de fondo y otras como aperitivo. Es una forma buenísima de servir legumbres distintas al típico guiso.
Considere que es un alimento bastante completo y protéico.
Hay muchísimas variaciones: algunos los preparan con el garbanzo crudo, con habas, con lentejas, con mezcla de legumbres, los cubren de pan rallado o sésamo, preparados al horno, en fin, para todos los gustos.
Me gustan acompañados con salsa de yogurt para el aperitivo: un vicio.
Gracias a los árabes!
2 tazas de garbanzo
1/2 cebolla
2 cucharaditas de levadura instantánea
1/2 taza de cilantro o perejil picado
1 taza de harina de arroz
1/2 cucharadita de comino
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de paprika o ají de color
Pimienta
Sal
Opcional: ajo
Preparación:
Remoje los garbanzos la noche anterior con un litro de agua, al rededor de 8 horas.
Cocine los garbanzos cubriéndolos de agua, a fuego medio, deben hervir hasta estar blandos.
En una procesadora de alimentos muela los garbanzos y la cebolla. Agregue un poco del agua de la cocción en caso de que este muy espeso.
Agregue los condimentos, perejil o cilantro, harina, levadura y revuelva.
Debe resultar una masa espesa.
Deje reposar al menos media hora para que leude.
Forme bolitas con la mano enharinada. Si esta muy líquido como para las bolitas agregue más harina a la masa.
Caliente aceite para freirlas y formar una costra dorada al rededor. O haga como yo: aceite una lata del horno, precaliente a fuego medio, cocine hasta que estén levemente doradas en la base. Si se pasa la cocción quedan resecos y agrietados.
Sirva.
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